El Paseo: Eeséñele la ciudad

Que sea dueño de un perro o no, como es lógico ocurrió a usted cruzarse con uno en la calle, quizás preocuparse por su comportamiento o preguntarse por sus actitudes durante el paseo con su dueño.
Debió notarlo, los perros aprecian pararse a las farolas y otras cosas verticales para aspirar los olores dejados por sus congéneres. Es muy importante dejarles oler a su manera, porque es su manera de recoger informaciones sobre su entorno: las feromonas desprendidas por la orina y los excrementos de los otros perros contienen muchísimas informaciones interesantes y útiles para el suyo.

Espíritu cívico…
Si usted es dueño, tiene el cargo de procurar que su perro no sea una molestia para los otros. Enséñele a no tirarse sobre la gente que cruza, pues incluso si se trata de un gesto amistoso de su parte, podría deducir una caída (sobre todo si su perro pesa algunos buenos kilos), o menos grave pero también contrariando, una menuda mancha sobre la ropa del transeúnte...
No olvide de enseñar la limpieza a su perro, hicimos todos la experiencia de pisar una caca y eso no alegra nadie. Puede decidir adiestrarle a hacer sus necesidades en la alcantarilla, pero eso puede revelarse peligroso pues algunos coches circulan muy cerca de la acera. La solución más sencilla es recoger. Algunos ayuntamientos ponen a disposición gratis bolsas aposta.
Comportándose así, contribuye a hacer apreciar los perros y muestra su respeto para sus conciudadanos.

Encuentros con otros perros
Nunca lo diremos suficiente: su perro necesita encuentros con sus congéneres para su equilibrio. Sóltele en compañía de otros perro con tan frecuencia posible, déjeles jugar a su manera, desahogarse, divertirse.
Pasa a veces que perros que se cruzan en la calle se amenazen (gruñidos, labridos, etc). Eso es a menudo debido al hecho que están atados: no tienen ninguna posibilidad de huida, de escapar al miedo del otro, es lo que provoca su actitud agresiva. Si usted tiene la posibilidad, y a condición de que el otro dueño haga lo mismo, solte su perro, la situación se arreglará de ella misma entre ambos. Pero si hay mucha circulación alrededor de usted, lo mejor es dar un pequeño rodeo para evitar un “cara a cara” con las correas.

Reimpreso con permiso del autor : Laurence Bruder Sergent www.comportement-canin.com